INTRODUCCIÓN
La lógica elemental se divide en:
lógica de enunciados
lógica de predicados
Ambas utilizan un lenguaje propio artificial o formalización de
un lenguaje natural que permite analizar las proposiciones del lenguaje
natural.
El cometido de la lógica clásica elemental es determinar
si nuestros razonamientos, independientemente de su contenido, son correctos
o incorrectos.
Por razonamientos (o argumentos) se entiende un conjunto de proposiciones
de tal manera que, una de las cuales, denominada conclusión
del razonamiento, pueda presentarse como consecuencia de las demás
proposiciones, llamadas premisas del razonamiento.
En la lógica de enunciados
la unidad mínima es el enunciado,
es decir, un segmento lingüístico que tiene sentido completo
por sí mismo:
Esta fiesta es muy divertida
Esta fiesta es muy divertida y la música es muy buena
Para que un enunciado sea tal, tiene que poder atribuírsele valores
de verdad o falsedad.
En el caso de las dos oraciones anteriores, la verdad o falsedad habrá
de determinarse empíricamente, comprobando si, de hecho, la fiesta
es divertida y buena la música. En este caso, además,
la dificultad es aún mayor ya que se trata de una afirmación
subjetiva.
La lógica de enunciados (o lógica proposicional), trata
del estudio de la composición de enunciados mediante conectores
(y, o, si...entonces, etc.) y se fundamenta en el principio
de bivalencia, según el cual, todo enunciado es verdadero
o falso, pero nunca ambas cosas a la vez..
Podemos decir, por lo tanto, que la lógica de enunciados se dedica
a formalizar las proposiciones del lenguaje natural en un lenguaje simbólico
y a definir los conectores, estudiando las leyes de combinación
o deducción de los enunciados que las contienen.
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